Cómo aumentar la confianza en uno mismo


Reivindicar la verdad de lo que uno es, implica siempre estar mejor con uno mismo.


Uno de los objetivos más buscados por el grueso de la población que busca ayuda psicológica es aumentar la autoestima. Sin duda, es un objetivo importante para cualquiera. Muchas personas trabajan para crear confianza en ellas mismas, sin embargo se difícil lograrlo si no se tiene la perspectiva adecuada.

Las personas reniegan su capacidad para mejorar: "Detesto decirte esto pero, creo que te vas a decepcionar de mi, no creo que nadie pueda jamás ayudarme". La negación a mejorar es un síntoma común en las personas con baja autoestima o inseguras de sí mismas. No obstante los cambios pueden a veces llegar a sorprender.

Todas las personas que tienen el propósito de mejorar la confianza en sí mismas creen en el fondo que están lejos de poder cambiar, probablemente esto se deba a que se han sentido así toda su vida o durante gran parte de ella, e imaginan que un cambio es imposible.

A continuación menciono algunas maneras para construir (o reconstruir) la confianza en nosotros mismos. Espero sea de utilidad.

1) Observar detenidamente nuestro lenguaje y cambiarlo. Una de las más importantes herramientas a emplear en la mayoría de las terapias se refiere a observar la forma en que hablamos de nosotros mismos. Al padecer de baja autoestima, automáticamente hablamos y pensamos mal sobre nosotros. Lo gracioso de esto es que la mayor parte del contenido que empleamos es totalmente falso o exageradamente dramático.

Una muchacha, por ejemplo, que desea ser escritora y se encuentra escribiendo su primer libro, puede sentirse de pronto abrumada y decepcionada del material que ha logrado, aún si lo que ha escrito es realmente bueno y ha tenido buenas críticas por parte de otros. Decir: "soy una escritora pésima, no vale la pena que leas mi historia", es dar a conocer una declaración falsa y auto-difamatoria. Probablemente, como escritora, le haga falta mejorar algunos aspectos, pero ello no justifica el calificativo de "pésima escritora". Al fin, todos sabemos que a escribir se aprende, no se trae empacado en los genes.

Una manera más afortunada de llevar la situación para esta muchacha sería la de reflexionar y expresar la verdad sobre su logro. "Finalmente escribí una novela, no es la mejor pero ha sido un paso importante en mi carrera. Me siento orgullosa por ello". 

Hay que observar que en los señalamientos negativistas siempre existe una intención absolutista. Decir "soy una pésima escritora" implica que "soy lo peor y no hay opción a mejorar, deberé conformarme por el resto de mi vida con ello". El señalamiento absolutista "siempre" o "nunca" se utiliza con frecuencia en este tipo de pensamientos negativistas. Es necesario escucharnos detenidamente a nosotros mismos, y hacerlo como un ejercicio constante.

2) Identificar quién está hablando. En casi todos los casos donde existe una idea negativa que aparece con fuerza contra uno mismo ("No soy tan inteligente como los demás", "nunca llegaré a nada", "soy incapaz de ser creativo", "soy una escama", "soy un total fracaso y vergüenza para mi familia") vino directamente del pasado. A menudo, este recuerdo viene a la experiencia presente como un shock, desde el pasado, ya que se siente como si de pronto surgiera, pero al mismo tiempo como si hubiera estado allí desde toda la vida, y generalmente trae consigo una mentira. Es como una noticia que ya no tiene vigencia alguna, ha caducado en cuanto a importancia o interés personal. Probablemente no era cierto incluso cuando la escuchamos por primera vez, desde la niñez. Las personas cambiamos todo el tiempo, y las circunstancias lo hacen igualmente con nosotros. Debemos reconocer esas grabaciones obsoletas del pasado que ya no contribuyen en nada a nuestra situación actual. Esa es la voz que escuchamos constantemente en la cabeza cuando concebimos perspectivas desfavorables.

3) Buscar agresivamente nuestra verdad. Es claro que la mayoría de las creencias de este tipo rompen la confianza que tenemos en nosotros mismos. Ahora corresponde comprobar si esas creencias son realmente ciertas. Conviértase en un curioso agresivo para descubrir la verdad en usted mism@. Cada vez que le deprima pensar en alguna desventaja personal, pregúntese qué es lo que se dice a usted mism@. Mantenga una libreta de anotaciones a la mano y escriba esas creencias que frustran sus ilusiones y expectativas.

Lea sus anotaciones: ¿Son 100% verdad? ¿Lo duda? ¿Cuál sería una forma más correcta para hablar sobre ese aspecto específico de su vida o su personalidad? Escriba el opuesto de cada declaración negativa. ¿Podría ser que lo contrario es realmente cierto? Los resultados podrían sorprenderl@.

Es una verdad poco conocida que a veces no siempre es necesario mejorar o trabajar en los aspectos de la personalidad. Se ha encontrado que la mayoría de las personas con baja autoestima son gente absolutamente maravillosa. Puede no creerme si lo desea, pero es claro que estas personas tienden a ser amables, encantadoras y muy a menudo capaces y talentosas.

Si realmente se siente mal consigo mism@, es probablemente que en algún lugar del camino de la vida alguien le hizo sentir como si no fuera lo suficientemente buen@, y usted aceptó al 100% esa condición que después internalizó y generalizó a todos los aspectos de su vida. En realidad ha intentado compensar esa "deficiencia" toda su vida, volviéndose, sin saberlo, incluso en mejor persona que muchos otros. Si usted tiene realmente la autoestima baja es probable (muy probable) que sea una persona realmente admirable ante los ojos de muchos, el problema es que usted no lo puede ver porque simplemente no se ha dado cuenta. Es hora de hacerlo.

Gracias por leer.