Muchos de los comportamientos de gays y lesbianas para mantener la
relación de pareja son los mismos que emplean las parejas
heterosexuales
(Haas y Stafford, 1998).
Se tiende a creer que las relaciones entre gays y lesbianas son menos
duraderas y más numerosas que las relaciones hetero. Sin embargo, las
cifras muestran resultados distintos (McWhirter y Mattison, 1982). Las parejas
heterosexuales duran porcentualmente tanto como las homosexuales. Las parejas
gays y lesbianas buscan establecer una relación a largo plazo por las mismas
razones que lo hacen los heterosexuales, a saber: amor, compromiso y camaradería
(Peplau y Cochran, 1981; Lewis et al. 1981).
De tal suerte que no hay excusa para alegar que la promiscuidad
o inestabilidad emocional expliquen la corta duración de las parejas homo. Como
cualquier pareja hetero, las pareja gay pasan por las mismas condiciones
sentimentales y situacionales, a excepción, claro está, de que estas
últimas deben a veces ocultar su relación por el estigma social conocido por
todos.
Si has roto con tu pareja, no te heches la culpa por la noción que tienes
de ser gay o lesbi. Tus sentimientos son, en promedio, los mismos que poseería
un hetero estando en la misma situación. Con esto en mente, es menester empezar
a hacerse cargo del propio estado de ánimo, así como echar un vistazo al "qué
paso", ¿por qué rompimos?
Si después de analizar la situación llegas a la conclusión de que él o ella
tuvo la culpa de la separación, deberás saber que nadie nunca podrá conquistar
voluntades ajenas. El destino del ser humano se marca por aquellas personas que
le rodean, unos se quedan cerca, otros no tanto, y otros desaparecen al día
siguiente, pero todos tienen algo en común: llegan para luego irse. El
casamiento no es más que una formalidad con la que se procura establecer un
compromiso a largo plazo entre dos personas. Puede que dé más estabilidad a una
relación, sin embargo los sentimientos hacia el otro pueden jugarnos la vuelta,
a la "vuelta de la esquina". El compromiso es bueno, siempre genera una mejor
perspectiva, pero cuando una de las partes ya no lo quiere asumir la negociación
no puede seguir funcionando.
Debemos aceptar y afrontar nuestra condición de seres
individuales y solitarios que caminan por la vida apegándose a nuevas ideas,
cosas, situaciones y, por qué no, personas que nos hacen ser más felices, y que
tienen la habilidad de hacernos ver o sentir algo que otros no han podido.
Las parejas rompen por diferencias que no son toleradas por una de las
partes. Nadie tiene la obligación de aguantar nuestras "singulares
extravagancias" si no desea hacerlo. Y nosotros ejercemos el mismo derecho, a
menos que lo dejemos pasar. Lo que buscamos los seres humanos no es una pareja
perfectamente compatible, sino una persona en la que encontremos estabilidad,
con la que podamos simplemente compartir cosas, precisamente aquellas cosas que
nos gusta hacer, decir, tener, sentir, etc.
Las razones de por qué una relación de pareja se termina pueden ser
millones. Debemos buscar la esencia de las cosas para lograr comprender a fondo
el sentido de lo que queremos en la vida. Las emociones son una parte de
nosotros, pero de hecho, ni siquiera tenemos plena potestad para controlarlas,
pues a veces no somos nosotros sino nuestro inconsciente el que las
enardece.
Si después de hacer tu análisis descubres que has sido tú el causante de la
separación, es decir, ha sido tu culpa, no debes por qué sentirte realmente
culpable, a menos que tu intención haya sido mala, sino más bien afortunado por
la oportunidad de haber conocido una faceta más de tu propia persona. Anótala
bien, no vaya a ser que repitas el mismo error con alguien más.
Estar solo no es malo, lo malo es ser incapaz de soportarnos en nuestra
propia compañía. Para quienes no puedan, yo aconsejo hacerse de una mascota, por
excelencia, la mejor opción. Recuerda que aprender a sentirnos bien con nosotros
mismos siempre será un reto para cualquiera.
Pero: ¿por qué rompen las parejas gay?
Bueno, es sencillo, por las mismas razones que lo hacen los
heterosexuales.
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