Ansiedad y pensamientos obsesivos sobre la homosexualidad: Una aproximación al TOC homosexual o HTOC

Las obsesiones relacionadas con la
orientación sexual son relativamente
comunes entre las personas con TOC
Definiendo el TOC o separando la paja del grano

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo, más conocido por sus iniciales como TOC, es un trastorno psiquiátrico que pertenece al grupo de los trastornos de ansiedad, según el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Esta afección se caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos que provocan ansiedad y un malestar significativo en el individuo, así como (y no siempre presentes) de compulsiones, cuyo propósito es aminorar (o neutralizar) esa ansiedad (APA, 2004).

Todos tenemos pensamientos obsesivos en algún momento
de nuestra vida, por eje. cuando estamos seriamente preocupados por un problema financiero, o al atravezar una situación difícil (p. ej. un examen final, una entrevista de trabajo, estar en paro, etc.). Los pensamientos obsesivos no son raros dentro de la población general. Sin embargo, experimentarlos no es suficiente para decir que padecemos de TOC. Solamente cuando estos pensamientos se vuelven recurrentes sin motivo aparente, o son lo suficientemente graves como para provocar una pérdida de tiempo significativa, o conllevan a un considerable deterioro del rendimiento general, entonces sí, podremos decir que hay presencia de TOC.

Comprendiendo las diferentes formas del TOC

El síntoma clave del TOC son las obsesiones, y pueden representarse a través de pensamientos, imágenes, ideas, impulsos o dudas que no van a realizarse o son indeseables y molestas, pero que amenazan todo el tiempo en salir a flote y perturbar las intenciones reales o actividad normal de la persona. Así, las obsesiones pueden relacionarse con muchos temas como el de la contaminación, la revisión o chequeo compulsivo, la compulsión de ordenar, arreglar o necesidad de simetría, la compulsión de almacenar cosas, las relacionadas con tics, etc.

Tabién pueden relacionarse con temas tabú como la violencia o agresión, o temas religiosos. Los más numerosos (y curiosamente los menos estudiados) son aquellos relacionados con las obsesiones sexuales, sobre los cuales justamente me refiero en este artículo.

Hay muchas formas de obsesión sexual. Estas pueden relacionarse con muchos temas como la identidad sexual (homosexualidad), abuso sexual, pensamientos acerca de amigos, incesto, infidelidad, perversiones sexuales, sexo con animales, comportamiento violento sexual, o pensamientos blasfemos relacionados con la religión y el sexo. Hay que tomar en cuenta que las obsesiones sexuales pueden ocurrir con o sin presencia de compulsiones.

TOC homosexual: una afección escasamente estudiada

Una persona afectada con una obsesión de preferencia sexual hacia otros individuos del mismo sexo puede ignorar que sufre de un tipo de TOC poco conocido. Se sentirá estresada, confundida y tímida con respecto a hablar sobre sus obsesiones. Por dentro sabe (y está segura) de su orientación sexual, pero no puede comprender por qué no desaparecen sus dudas sobre ser gay o no. Muchos evitan la ayuda profesional porque temen que el terapeuta crea que son gays.

Así pues, surgen temores sobre volverse homosexual o intenso miedo de que otros puedan pensar que uno es gay. Monnica Williams (2008) proporciona la siguiente narrativa de las rumiaciones de un paciente con la obsesión de orientación sexual:

"¿Cómo puedo sentirme atraído por los hombres si yo (como hombre) siempre he amado a las mujeres? He salido con muchas mujeres antes y nunca pensé en una relación con un hombre. Sólo el hecho de pensar hacer el acto sexual con una persona del mismo sexo me repugna. Yo no puedo ser gay. Pero ¿por qué, entonces, estoy pensando en los hombres todo el maldito tiempo? Eso debe significar que soy gay."

En la escala Y-BOCS (Yale-Brown Obsession Compulsive Disorder Scale, 1989, usada con mayor frecuencia para la detección del TOC) sólo emplea un simple item para inferir el contenido que implica los pensamientos homosexuales en el TOC (Williams y Farris, 2011). La pregunta es: ¿cuánta información puede derivarse de un item?, y la respuesta es: muy poca. Hasta la fecha se desconocen las características específicas que poseen las personas con TOC homosexual (o de orientación sexual).

Consecuencias de una mala interpretación de las obsesiones de orientación sexual

Al parecer, las obsesiones de orientación sexual son relativamente comunes entre las personas con TOC, y este síntoma es mal entendido por los clínicos, así como por los pacientes. Un profesional de la salud mental puede malinterpretar las obsesiones de fantasías y deseos. El paciente, por tanto, puede ser diagnosticado erróneamente con un conflicto de identidad sexual (p. ej. angustia por "salir del armario"). Las obsesiones o confusiones mentales pueden también confundirse con las rumiaciones características de la depresión (Williams, 2008).

Estas malas interpretaciones pueden coincidir también con un mal tratamiento de la afección. Así, por ejemplo, se describe el caso de un paciente con obsesiones de orientación sexual con quien su terapeuta se enfocó en tratar sus actividades sexuales en lugar de efectuar un tratamiento de prevención de exposición-ritual (EX/RP, por sus siglas en inglés) (Williams y Farris, 2011). Esto resultó en un incremento de los síntomas y en la aparición de ideación suicida, lo cual ilustra la naturaleza de la afección y el peligro que encierra un mal tratamiento.

Incluso, se ha intentado descontinuar el único item que evalúa las obsesiones sexuales de la escala Y-BOCS debido a que no corresponde al "pensamiento heterosexual" promedio (Ruck y Bergstrom, 2006). El Y-BOCS en realidad, apuntan Ruck y Bergstrom, no evalúa la orientación sexual en sí misma sino las obsesiones indeseadas asociadas al TOC.

Sin lugar a duda, hace falta mucha investigación en un tema que, hasta hace poco, no había cobrado tanta trascendencia como ahora. El problema que se enfrenta ante la comunidad científica es, justamente, la existencia de tabúes asociados a la sexualidad, cosa que en el ámbito científico debería ya de estar superado desde hace mucho tiempo atrás.

NOTA: Los usuarios que escriben y publican sus historias en la red, en realidad están dando información valiosa al esclarecimiento de los síntomas asociados a esta afección. Es, en conclusión, una actividad productiva tanto para los interesados en la investigación como los afectados por la enfermedad, pues se sabe que escribir sobre las propias condiciones psicológicas ayuda a aclarar y comprender la propia situación emocional por la que se está pasando.

Gracias por leer.

Fuente:

American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Fourth Edition. American Psychiatric Press; Washington, D.C.: 2004. Text Revision.

Goodman, W.K., Price, L.H., Rasmussen, S.A., Mazure, C, Fleischmann, R.L., Hill, C.L., Heninger, G.R., Charney, D.S. (1989). The Yale-Brown Obsessive Compulsive Scale, I: Development, use, and reliability. Archive of General Psychiatry.

Kelly, O. (Ph.D) (feb.6, 2011) Sexual Obsessions in OCD. Sexual obsessions are different from sexual fantasies. About.com Obsessive-Compulsive Disorder.

Ruck, C., y Bergstrom, J. (2006). Is the Y-BOCS discriminatory against gays and lesbians? American Journal of Psychiatry, 163(8): 1449.


Williams, M.T. (2008). Homosexuality anxiety: A misunderstood form of OCD. In Sebeki, LV., editor. Leading-Edge Health Education Issues. Nova Science Publichers; New York: p. 195-205.