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Muchos psicólogos se han planteando con frecuencia estas preguntas, y
la cuestión de si la Internet es realmente un medio beneficioso para entablar
nuevas relaciones románticas, libre de consecuencias indeseables en
la consecución de pareja.
Cualquiera que sea el hallazgo de los profesionales, de una cosa no hay
duda: el mercado de las citas por Internet está en demanda
creciente.
Según el instituto de investigación de mercados Chadwick Martin
Bailey, en 2010 una de cada seis parejas en Estados Unidos se conoció a
través de la red. Un reporte reciente en la dinámica de la industria estimó que
al menos 25 millones de usuarios al rededor del mundo acceden a sitios de citas
en línea. Este reporte se llevó a cabo en Abril de 2011 (Subscription Site
Insider, 2011). El mercado de citas por Internet ofrece una variedad
inmensa en relación a la diversidad de grupos social, que cada vez se vuelven
más específicos y al gusto del cliente. Las alternativas van desde la
preferencia sexual, hasta el tipo de ocupación profesional, estatus
socio-económico, edad, raza, hobbies preferidos y gustos exóticos
sexuales muy particulares.
Una investigación realizada por Finkel, Eastwick, Karney y Reis (febrero,
2012), en la Universidad de Northwestern, Illinois, Chicago, y publicada en la
Psychological Science in the Public Interest observó, por un lado, si
las citas por Internet son fundamentalmente diferentes de las citas
convencionales, y por otro, si estas citas románticas en línea dan mejores
resultados que las convencionales.
La respuesta a la primera cuestión es sí, y a la segunda, es
sí y no. Para entender el por qué de esto, los investigadores
consideraron tres servicios principales que ofrecen los sitios en línea, estas
variables son: acceso, comunicación y compatibilidad.
En la medida en que un sitio de citas en línea implemente estos tres
servicios alterará el panorama de las citas en cuestión. Este tema de buscar
pareja en línea se ha vuelto particularmente omnipresente, y ha alterado el
proceso de conocer y compatibilizar con una potencial pareja romántica. Por
ejemplo, en lugar de reunirse con la persona en cuestión, se obtiene previamente
una impresión instantánea de qué tan buena podría ser la interacción con esa
persona en específico, y luego, poco a poco aprender (o asimilar)
sus características particulares.
Las citas en línea, por lo general, implican la consideración de una gran
cantidad de datos sobre todas las parejas potenciales antes de poder decidir la
reunión cara a cara. En lugar de confiar en la intuición del viejo sabio, de los
familiares o de un amigo para saber qué pareja es la que más conviene —tal como
ocurría tradicionalmente—, las citas en línea colocan el "destino romántico" en
las manos de un algoritmo matemático, el cual identificará quién será el mejor
candidato.
Las citas en línea presentan ciertas ventajas en comparación a las citas
convencionales. Por ejemplo, el grado de accesibilidad a la potencial pareja
(muy conveniente) ha llegado a niveles sin precedentes, lo cual es especialmente
útil para aquellos solteros que no tienen muchas alternativas de contacto en el
mundo real. Además, algunos sitios pueden almacenar información que les permita
borrar perfiles con antecedentes desfavorables o que no prometan buenas
relaciones.
Los sitios de citas en línea que ofrecen implementar los servicios de
acceso, comunicación y compatibilidad, sin embargo, no siempre mejoran los
encuentros románticos, de hecho, a veces socavan dichos resultados. Según el
estudio de Finkel y cols. (2012), desde el punto de vista de accesibilidad, el
encuentro con las parejas potenciales por medio de perfiles reduce a las
personas de tres dimensiones en dos, impidiendo captar plenamente los
aspectos experienciales de la interacción social, esenciales para la buena
valoración de compatibilidad. Además, el fácil acceso a un gran número de
parejas potenciales puede objetivar (degradar a un estatus de
objeto) a los candidatos, socavando también la voluntad de
comprometerse con alguno en particular. También puede hacer que las
personas se vuelvan perezosas con tanta información acumulada,
tomando decisiones pobres e imprudentes a la hora de hacer su selección.
En cuanto a la comunicación, si bien los interesados pueden beneficiarse
con las parejas potenciales antes del encuentro cara a cara, períodos muy
prolongados antes de una reunión pueden dañar la perspectiva que se tiene del
candidato. Las personas tienden a sobreinterpretar (o sobredimensionar)
los indicadores sociales disponibles aumentando el riesgo de
frustración, y acabando con las expectativas favorables acumuladas.
Como el contacto por Internet carece de la riqueza
experiencial que sólo se consigue cara a cara, cierta
información esencial se vuelve imposible de deducir; muchos usuarios desearían
conocer al candidato para poder integrar toda la información adquirida y tener
una impresión más coherente de la realidad. Sin embargo, esto sería imposible de
hacer con todos y cada uno de los candidatos, así que finalmente se vuelve un
juego de azar.
En cuanto a la compatibilidad, no hay evidencia convincente que
sostenga que los algoritmos matemáticos trabajen mejor que otros medios de
emparejamiento. Parte del problema es que los sitios que emparejan
construyen sus algoritmos matemáticos sobre principios —típicamente de
similitud, pero también de complementariedad— que son mucho menos importantes de
lo que se cree para las buenas relaciones a largo plazo. Por tanto, es poco
probable que cualquier algoritmo de compatibilidad que pretenda hacer coincidir
a dos personas en base a la información de sus perfiles tenga éxito.
"Las personas en línea —dice Finkel— creen saber qué es lo que quieren en
un compañero, pero eso no encaja con lo que realmente inspira su atracción
cuando conocen a la persona de carne y hueso. No hay mejor manera de averiguar
si eres compatible con alguien que hablar con él (ella) tomando una taza de café
o una pinta de cerveza."
"No estamos diciendo que ligar por Internet sea malo —dice el psicólogo
Paul Eastwick, co-autor del estudio— sólo prevenimos a los usuarios de las
contraindicaciones del sistema."