El comportamiento promiscuo siempre trae consecuencias, aunque se crea
tener bajo control la situación. Las consecuencias más frecuentes se relacionan
principalmente con las enfermedades de transmisión sexual (herpes,
clamidia, sífilis, gonorrea, VIH-SIDA, papiloma humano,
tricomoniasis o hepatitis B), otras se relacionan con el embarazo no deseado. No obstante existen otros efectos que no se ven a simple vista pero que a largo plazo hacen tanto daño como las ya mencionadas.
tricomoniasis o hepatitis B), otras se relacionan con el embarazo no deseado. No obstante existen otros efectos que no se ven a simple vista pero que a largo plazo hacen tanto daño como las ya mencionadas.
Supongamos que no hay enfermedad sexual infecciosa porque consideras que
tienes buenas conductas de higiene, y tampoco hay embarazos no deseados porque
has tenido mucho cuidado en evitarlos, o simplemente porque eres gay o lesbi.
Naturalmente, esa podría ser tu situación actual y sin embargo te encuentras
leyendo este artículo, ¿por qué?
Yo tengo una idea del por qué, aunque tú pudieras tener otra muy distinta.
Tal vez todo dependa del punto de vista. ¿Podría existir un motivo por el cual
te llama poderosamente la atención el tema de la promiscuidad? Podría ser la
preocupación que esto causa, el conflicto moral, simple curiosidad, o simple
morbo.
La promiscuidad del ser humano puede tener un origen bioquímico,
genético, antropológico o social, no importa. El punto es que hay un interés en
saber por qué ese "deseo" y qué tan malo puede ser, después de todo piensas que
eres una persona inteligente y siempre tomas precauciones.
El problema, entonces, concierne más a la psicología que a la biología. Al
menos en este caso, en el que estás consciente de tu soltería y en el que
suponemos no tienes ningún compromiso sentimental con nadie.
El problema psicológico que se arrastra tras el acto promiscuo se relaciona
básicamente con nuestra autoestima. No se trata de discutir
sobre la fiesta de anoche -de seguro fue alucinante-, sino de la resaca del
día siguiente. En otras palabras, podríamos considerar cuáles son los síntomas
de la resaca del flirteo, o bien, nuestros sentimientos después de concluir un
acto sexual al que hemos calificado de "promiscuo": ¿son buenos, son malos, de
satisfacción y felicidad, de tristeza y soledad, de culpa, de libertad, de haber
sido utilizad@? (tú pon el adjetivo). Es ahí donde debemos escuchar nuestro
espíritu y decidir qué hacer: ¿seguir practicándolo, cambiar de actitud?
Puede que ese sentimiento que ahora calificas haya sido pasajero, o puede
que haya perdurado por mucho tiempo. Hay quienes no pueden olvidarlo y les dura
toda la vida. Ahora debes preguntarte a ti mism@ ¿cómo me ha afectado
emocionalmente esa(s) experiencia(s) y en qué grado?
La palabra clave en todo esto es: autocontrol. Si
consideras que has sido afectad@ emocionalmente por una serie de contactos
sexuales que no han tenido ningún propósito mas que satisfacer un momento
pasajero de lujuria, debes saber que tú tienes siempre el control, la última
palabra. No dejes que un comportamiento (como es el acto sexual promiscuo) sea
el propósito de tu felicidad. Puede que logres un momento de gloria en el placer
más profundo de toda tu experiencia, satisfacer cierto morbo o curiosidad
sexual, pero también llegará el momento en que te des cuenta que todo tiene un
precio en esta vida, y deberás considerar tus actos sexuales que estén generando
un sentimiento de culpa y vacío emocional.
Si esto te afecta realmente, si alguna vez te has sentido muy mal en
consecuencia (evalúate a ti mismo), puede que ese no sea tu verdadero camino en
la búsqueda del placer sexual. Existen otras alternativas más seguras como el
tener una pareja confiable y estable, y si aún no la tienes, la masturbación no
vendría mal. La masturbación no es mala, no es peligrosa, te ahorras dinero, te
ahorras tiempo y satisfaces un impulso sexual que a tu edad (entre los 12 a 20
años aprox.) es totalmente normal. Sé inteligente y reflexiona antes de proceder
nuevamente. Recuerda que el peligro se incrementa en proporción al número de
contactos en tu haber. La relación sexual que buscas puede que llegue antes de
lo que piensas. Deberías estar atent@ si será con la persona correcta, porque
será tu decisión.