Amor de amistad: confesar el deseo sexual por un amigo/a

Crédito de la foto: Chema Olmedo - flickr (cc)

Muchas personas hacen la diferencia clara entre tener una pareja y tener un buen amigo/a. Sin embargo, puede darse el caso de que el amigo/a se convierta de pronto en la próxima pareja, así como se sabe hay parejas que se convierten en los mejores amigos. ¿Has conocido algún caso?


Cuando el trato de confianza, respeto, amor y gustos particulares son tan equivalentes entre dos personas, las diferencias que determinan una relación de pareja y una de amistad se tornan ambiguas y confusas. Muchas veces una de las partes duda ante esta situación y evalúa la posibilidad de confesar su amor sexual por el otro.

Las personas, no obstante, no siempre proceden y responden tan favorablemente ante una declaración semejante. Muchos optan por conservar la línea divisoria bien definida (relación sin sexo), porque si rompen la norma pueden sentirse angustiados, inseguros y confundidos sobre lo que entienden es realmente una amistad. Cuando ocurre esto, ocurre también un cambio inmediato de perspectiva por parte del enterado.

Los sentimientos de inseguridad y temor de quedarse finalmente sólo (sin pareja y sin amigo) son patentes. Y con razón, ya que en una relación de amistad, si bien existe amor y sinceridad en ella, puede que no exista una atracción propiamente sexual hacia el amigo/a, factor fundamental en la relación de pareja. Por eso mismo, el confesar a un amigo/a el deseo sexual puede causarnos problema si su deseo sexual no es recíproco.

Un verdadero amor sexual que nace en medio de una amistad sincera, es sin duda, un amor que vale la pena vivirlo. Muchas relaciones han nacido de esta forma, y han tenido éxito a través de la prueba del tiempo. El problema que a vecen enfrentan algunos puede deberse a la falta de observación. Observar al compañero/a en función de cuánto podemos atraerle sexualmente es un paso fundamental antes de hacer una confesión semejante.

Muchas veces el compañero/a no sabe que le atraemos, y ha reprimido todas sus intenciones inconscientemente. Sin embargo, puedes observar pautas en su comportamiento que lo pueden delatar.

Una de estas pautas es la reciprocidad. En las relaciones de amistad el escenario es diferente a las relaciones primerizas. Las personas se conocen mejor y se vuelven más predecibles con el tiempo. Saber si le gustas a un amigo, de hecho, debería ser más fácil que en cualquier otra situación, no obstante, puede volverse más difícil paradójicamente, ya que el amigo también te conoce mejor y sabe "disimular" mejor lo que siente por ti o, simplemente, no sabe cómo manejarlo.

El cortejo en el mundo gay es distinto al hetero. En las relaciones heterosexuales, el hombre desconoce la esencia de una mujer porque, obviamente nunca ha sido mujer, y debe "aclarar" por medio del cortejo lo que siente por ella. Los homosexuales, en cambio, saben mejor qué pueden pensar, sentir y esperar de sus pretendientes por el mismo hecho de pertenecer al mismo sexo.

Para darnos cuenta si un amigo está interesado en nosotros podemos apelar a varios indicadores como la forma de ver, el comportamiento de aproximación y la intención de admirar o enaltecernos frente a la presencia de otros. En general podemos notar que la persona en cuestión se comporta diferente con nosotros que con el resto. Y estas son precisamente las cosas en que será necesario fijarse cuando hay sospecha de enamoramiento: la atención que nos presta, el tiempo que nos dedica, el interés, etc. Generalmente la atracción entre amigos es mutua, ya sea por intuición o telepatía, existe un contacto psicológico no explícito que enciende la luz roja y nos alerta. De esta suerte, muchos han podido explicar esto por medio del fenómeno gaydar, como una explicación plausible que se aproxima mucho a la realidad de los sucesos. En otras palabras, simplemente se sabe, o nos terminamos enterando tarde o temprano.

Si el sentir es recíproco, sin duda, tenemos la posibilidad casi del 100% de que nuestro amigo sea efectivamente nuestra próxima pareja sentimental.

¿Crees que es posible hacerse novio/a de un amigo y mantener una relación duradera?