Una persona asexual podría ser el candidato ideal al celibato |
¿Es la asexualidad consecuencia de una
falta de líbido, o de un estilo de vida estable, tal como la
heterosexualidad u homosexualidad?
Algunos afirman que la asexualidad no
es algo que se escoge, algunas personas simplemente no sienten el
deseo de tener relaciones sexuales con otros, por lo que no se
considera un trastorno o disfunción sexual, ni la consecuencia de un
problema médico o social. Un asexual no se siente ansioso por ser
asexual.
Otros opinan lo contrario: dicen que la
asexualidad es, en efecto, una negación a la propia sexualidad, que
resulta en una disminución significativa de la líbido y es
ocasionada por un grado alto de ansiedad sexual o vergüenza en el
contacto sexual, provocando aversión, tal vez producto de un trauma
anterior en etapa temprana de la vida. Aunque hasta la fecha no se
sabe si la asexualidad es de toda la vida o adquirida.
Según Stephen J. Betchen, psicólogo
especialista en matrimonio y terapia familiar, la asexualidad es un
concepto muy cargado de polémica, y mientras algunos sexólogos
sostienen que debería ser considerada como una orientación sexual,
otros la clasifican como el resultado de una disfunción conocida
como trastorno de deseo sexual hipoactivo, TDSH o HSDD por sus siglas
en inglés.
¿Cómo se define la asexualidad?
Con una prevalencia en la población
general del 1,05%, básicamente la asexualidad se define como una
falta de fantasías sexuales, atracción o interés sexual (Bogaert,
2004) hacia otras personas que, en condiciones normales, serían
candidatos potenciales como parejas. Las causas que definen esta
actitud pueden determinar si se considera una patología o un
comportamiento simplemente diferente a la norma.
La asexualidad también se puede
definir como una carencia de orientación sexual (Storms, 1980), o
una carencia de comportamiento sexual (Rothblum & Brehony, 1993),
o una carencia en el proceso de excitación (Prause & Graham,
2007).
¿Qué complicaciones pueden surgir?
Teniendo en consideración que
cualquier psicopatología implica como principio un aumento de
estrés, una disfunción o presencia de problemas en áreas de
funcionamiento normal como el rendimiento académico, laboral, de
relación social, emocional, etc., resulta difícil catalogar
directamente la asexualidad
como un trastorno mental. Esto se debe a que hay personas que llevan
una vida asexual, y no presentan disfunciones adaptativas en ningún
área específica.
Se dice que, al
igual que ocurre con la homosexualidad o la bisexualidad, la vida
asexual puede llevar a complicaciones, no propiamente por la actitud
asexual sino por el rechazo social a esa actitud, como un consecuente
emocional de discriminación.
Otras características
Resulta
difícil clasificar a las personas asexuales ya que cada persona
experimenta la atracción, el arousal y las relaciones de manera
diferente. Bogaert (2004) en su libro Understanding
asexuality
(Comprendiendo la asexualidad) afirma que la asexualidad es diferente
al abstencionismo y el celibato, ya que estos últimos son
comportamientos motivados por creencias religiosas o inculcadas y no
por una falta de deseo. Por eso se dice que las personas asexuales
son los candidatos ideales para el celibato.
Muchas personas
afirman, según Bogaert, haber sido activas sexualmente durante la
pubertad o en algún otro período de sus vidas, pero en cuanto se
identificaron como asexuales dejaron de experimentar atracción
sexual. Así mismo afirmó que hay dos formas de asexualidad: a)
cuando las personas tienen un deseo sexual, pero simplemente no lo
dirigen a otras personas, y b) aquellos que no experimentan deseo
sexual en absoluto.
No obstante, hay personas que, a pesar
de su falta de atracción o deseo sexual, quieren formar un vínculo
a largo o mediano plazo con otra persona, tal vez alguien que piense
de la misma forma que ellos, y con quien pueda planificar incluso una
familia. Dos personas que llevan vidas normales, con sentimientos de
amor y respeto entre ellas, con familia, etc., pero que simplemente
no tienen relaciones sexuales.
Otras características están
relacionadas con el género, como se muestra en el siguiente cuadro.
(Estos resultados son derivados del estudio de Prause & Graham,
2007):
Asexualidad y diferencias individuales
No todos los asexuales caben en la
misma etiqueta, al igual como en otras orientaciones sexuales, en la
asexual hay gran diversidad entre personas. Muchos asexuales, por
ejemplo, pueden ver a alguien como una persona atractiva sin sentir
la necesidad de tener contacto sexual con esa persona. Otros pueden
masturbarse, pero en la mayoría de los casos resulta una experiencia
puramente física o una fantasía vacía sin especial atractivo o con
bajo arousal. De la misma forma, pueden fantasear sobre esa persona
pero sin concebir la unión real.
Aunque los asexuales no están
interesados sexualmente en otras personas, pueden involucrarse
emocionalmente con estas. A algunos, tal como se muestra en el cuadro
de arriba, les gusta abrazar y besar a su pareja, sin que por ello
sientan una especial excitación sexual. Pueden incluso dedicar
tiempo a la actividad sexual sin sentir el placer del éxtasis. Con
esto se deduce por supuesto que estas personas pueden ser románticas
sin llegar necesariamente al sexo o ser motivadas por este.
Otras personas asexuales prefieren
evitar el contacto romántico, es decir, son también arrománticos.
Algunos son románticos, pero en forma exclusiva, es decir, lo hacen
con un género específico, ya sea homo o hetero. Otros pueden ser
también demirrománticos,
es decir, que no pueden ser románticos hasta haber alcanzado una
conexión emocional y no hacia un género específico. Estos se
conocen también como “románticos grises”, es decir, vacilan
entre los románticos y arrománticos.
La
identidad sexual de un asexual varía, ya que puede ser tanto hetero
como homo, o cincluso bisexual. Por esto la crítica de algunos
investigadores de que la asexualidad no es ciertamente una
orientación sexual sino una condición que altera la forma en que
establece contacto sexual con otras personas. Los asexuales que
carecen por completo de sentimientos sexuales se conocen como
“no-libidinosos”.
Conclusión
Sin importar cuál
sea la postura sobre la cuestión de la asexualidad, no hay duda de
su existencia, y por tanto es necesario aceptarla, y merece un foro
público y un sistema de apoyo. Sin embargo, no todo el mundo está
de acuerdo con esta postura. Las causas de la asexualidad están en
discusión, y hay quienes sostienen que probablemente la mayoría de
los asexuales les guste “tener el control” de la situación; de
ahí su intento por “evitar” el sexo con alguien más. Con esto
mantienen la distancia y se defienden de su propia vulnerabilidad, es
decir, ante el sentimiento de frustración que tarde o temprano llega
en cualquier relación. Este enfoque también explica el por qué
buscar una pareja en las mismas condiciones, pues con ello se logra
una negociación, y poder así mantener una relación a largo plazo.
Mientras que la asexualidad está
ganando cierta aceptación como "la cuarta orientación sexual",
los asexuales no han sido objeto de una legislación como ha ocurrido
en otras orientaciones sexuales. No obstante, han surgido algunas
organizaciones en pro del movimiento, tales como la Asexuality
Visibility & Education Netwerk (AVEN), que es la comunidad
más grande de orientación asexual con aprox. 30,000+ miembros a la
fecha. Esta organización, fundada en 2001 por David Jay, apoya la
idea de que la asexualidad es determinada biológicamente. Aquí ven
el celibato como una opción viable a la orientación asexual. La
comunidad tiene dos principales objetivos: a) crear una discusión y
aceptación pública de la asexualidad, y b) facilitar el crecimiento
de la comunidad.
Con demasiada frecuencia, las personas
diferentes tienden a ser discriminados en nuestras sociedades con muy
poco conocimiento y mucho menos empatía. Tal vez con una
investigación continuada se logre mayor comprensión, tan necesaria
debido a la complejidad de la asexualidad.
REFERENCIAS:
Asexuality:
Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Asexuality
Brotto, L, Knudson, G, Gail Knudson, J,
Inskip, J, Rhodes, K. (2004) Understanding Asexuality. Department
of Obstetrics & Gynaecology University of British Columbia
Vancouver, BC, Canada.
Hypoactive
sexual desire disorder: Wikipedia:
https://en.wikipedia.org/wiki/Hypoactive_sexual_desire_disorder
Stephen
J. Betchen:
https://www.psychologytoday.com/experts/stephen-j-betchen-dsw