La
inteligencia emocional
(IE) se define como un rasgo de personalidad; es decir, la manera
como una persona percibe, procesa y regula su realidad, así como la
forma en que la utiliza en sus relaciones con los demás y su
situación en general a lo largo de su vida.
La inteligencia
emocional, por tanto, es capaz de regular, por ej, la intensidad en
que se experimenta un estado de ánimo depresivo, así como sus
reacciones corporales, afectando a su vez la forma en que el estrés
puede influir físicamente en el organismo.
Según lo han
indicado algunos estudios, el rasgo de IE puede modificar la manera
en que el cortisol afecta nuestro sistema nervioso, y por
tanto, en la medida en que experimentamos el estrés.
Mikolajczak
y colegas (2007) llevaron a cabo un experimento en el que evaluaron
tanto la respuesta psicológica, como la biológica ante la presencia
de un factor estresante, tal como hablar
en público.
El experimento lo llevaron a cabo con 56
participantes a quienes dividieron en dos grupos. El grupo
experimental, quienes hablaron en público, y el control, quienes se
sometieron a una situación neutral.
Tanto
las reacciones fisiológicas de cortisol como las respuestas
psicológicas fueron evaluadas. Los resultados mostraron que aquellas
personas con mayores índices de habilidad en IE tuvieron una mayor
asociación a respuestas de menor estrés,
tanto psicológicas (estado de ánimo) como biológicas (nivel de
cortisol en la saliva).
Análisis posteriores también confirmaron que
el rasgo IE muestra un alto grado de validez para predecir las
reacciones psicológicas y biológicas al estrés.
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REFERENCIAS:
Mikolajczak,
M., Roy, E., Luminet, O., Fillée, C. & Timary, P. (2007). The
moderating impact to emotional intelligence on free cortisol
responses to stress. Psychoneuroendocrinology,
32,
1000-1012.