El término “depresión escondida”
(o encubierta) se ha empleado en alusión a un estado depresivo sin
la presencia clara de síntomas, o que han sido muy bien disimulados.
Muchas personas se
esmeran en aparentar estar bien y ser felices, aunque por dentro sea
todo lo contrario, y decidan voluntariamente vivir su sufrimiento en
completo silencio. Las personas con “depresión escondida” muchas
veces no
logran (o se les dificulta mucho) reconocer sus propias
emociones, en este caso, de depresión.
Estos
casos de depresión suelen presentarse en personas con rasgos
de personalidad
característicos, como la extroversión y
un esfuerzo por ser amables con
los demás.
Por sentido común
se piensa que resultaría más difícil detectar la depresión en
personas introvertidas debido a su carácter pusilánime o el
mantenimiento de bajo perfil; sin embargo los hallazgos muestran
exactamente lo contrario.
Según las
investigaciones, en las personas extrovertidas (o aquellas que se
caracterizan por ser todo el tiempo sociables, alegres y divertidas)
son en quienes resulta más difícil para los allegados detectar
síntomas depresivos.
Se ha descubierto
que los síntomas depresivos permanecen ocultos en este tipo de
personas, y aún los mismos afectados pueden tener dificultades para
detectar su misma situación depresiva. Es probable que esto se deba
a una negación de sus propios síntomas o la necesidad de
esconderlos (reprimirlos) a
toda cosa (inconsciente o conscientemente) debido al miedo de
echar a perder su imagen y estatus social, o incluso perder su
trabajo.
Los familiares o
amigos de personas extrovertidas, con frecuencia pasan por alto el
estado depresivo de estas debido, probablemente, a las expectativas formadas en torno a su actitud.
Un estado
depresivo en una persona extrovertida, por tanto, podría resultar en
altos niveles de energía, un aparente deseo de socialización y una
actitud optimista sesgada.
Para los parientes
o amigos cercanos que conocen bien a la persona afectada podrían
notar algo extraño en su actitud, aunque por lo general no logran
identificar de qué se trata realmente.
Las personas que
se describieron así mismas como extrovertidas, confirmaron no estar
acostumbradas a experimentar emociones de tristeza o mal humor antes
de caer en depresión. Estas personas no parecen estar sintonizadas
con su propio estado de ánimo, o ser sensibles a este, por lo que se
les dificulta darse cuenta que en realidad padecen de una depresión.
Algunos
consejos a tomar en cuenta
Si
existe sospecha por parte de un familiar o amigo de un problema
psicológico, es recomendable hablar sobre el tema. Muchas personas
con problemas de depresión (o ansiedad) tienden a ocultarlo,
principalmente si su problema se deriva de algo que podría
resultarle incluso bochornoso o inapropiado. La voluntad para hablar
de los propios problemas determinará en gran parte la pauta a
seguir.
Si
la persona afectada intenta ocultar su depresión, sacamos como
conclusión inmediata que, en todo caso, se negará a hablar al
respecto, por lo que en primera instancia no contaremos, aún, con su
colaboración.
Muchas
personas con depresión tienden también a aislarse, dificultando la
comunicación. Estas personas también tienden a sentirse
atormentadas por algo que les ocurrió en su pasado y creen que ya no
hay solución.
Algunos
comentarios:
─“Las personas “con
depresión” parece que se pasan todo el tiempo pensando en un
problema, en una dificultad de vida que no es posible resolver.
Sobreviene un sentimiento de desesperanza, y aceptamos ese
sentimiento como si no hubiera otra elección. Aceptamos la
desesperanza en definitiva e creemos tener que vivir con ella a
cuestas, por el resto de nuestras vidas.”
─“Sonreímos con los demás
cuando hay que socializar, intentamos mostrar nuestra mejor cara,
aunque por dentro vivamos un infierno. Pensándolo bien, resulta
hasta gracioso semejante contradicción.”
─“Nos mostramos felices
hacia con los demás porque creemos que es la mejor forma de
adaptarnos a la vida, y como no conocemos la vida privada de los
otros, puede incluso que nos convenzamos a nosotros mismos de que en
efecto esa conflictiva situación es lo normal y con lo que
deberíamos ser capaces de vivir, aunque eso implique tener una doble
cara.”
¿Qué
hacer?
Las personas
deprimidas en general suelen tener mejores pronósticos cuando los
familiares o amigos cercanos se tornan comprensivos hacia con sus
síntomas. Es importante comprender que incluso las personas
extrovertidas también pueden deprimirse, por lo que hay que evitar
los prejuicios de alegría, animosidad, sociabilidad, etc, asociados
comúnmente al rasgo extrovertido.
Lo importante
aquí es desechar la idea de que alguien, por ser extrovertido, no
pueda también deprimirse y tener problemas por esto. Este
prejuicio es una de las causas principales de que muchas personas
deban padecer en silencio su propia depresión u otros estados
de ánimo alterados.
ARTÍCULOS
RELACIONADOS:
REFERENCIAS:
Duberstein, PR; Ma, Y; Chapman, BP; Conwell, Y;
McGriff, J; Coyne, JC; Franus, N; Heisel, MJ; Kaukeinen, KA;
Sörensen, S; Tu XM & Lyness, JM. (2011) Detection of depression
in older adults by family and friends: Distinguishing mood disorder
signals from the noise of personality and everyday life.
International Psychogeriatrics.
23, 4.
pp 634-43. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20880426