Preguntas frecuentes sobre el TOC homosexual (TOCH)

El TOC, también conocido como la
 "enfermedad de la duda"
Este post es un intento de responder lo más acertada y directamente a la creciente demanda de preguntas y dudas en correo directo sobre el TOC homosexual. Esperamos que el material a continuación sea de gran utilidad y apoyo para todos los interesados o afectados por el síntoma del TOCH.
Para empezar, es importante aclarar que la ansiedad homosexual no es un tema reciente. Tal como menciona Monnica Williams en su artículo Homosexuality anxiety: A misunderstood form of OCD (2008) la ansiedad homosexual se viene documentando desde hace décadas (p. ej, Kempf, 1920), pero vista desde una perspectiva distinta, es decir, como una psicosis en un “pánico agudo homosexual”, resultado de una “ansiedad sexual” incontrolable. A pesar de que estos conceptos ya no se emplean en la actualidad el miedo homosexual sigue documentándose en casos de esquizofrenia y otros trastornos.
Actualmente se ha estudiado la ansiedad homosexual como un síntoma del TOC. Muchas personas con el trastorno obsesivo-compulsivo presentan ansiedad a temas sexuales debido a la gran carga emocional y moral que presentan. No es de extrañar que los temas tabú sean una especie de magneto para personas con tendencias obsesivas.

¿Por qué el TOCH no aparece en la clasificación psiquiátrica?

La clasificación de los trastornos mentales incluida en el DSM o la CIE no incluyen el TOCH debido a que no es considerado un término científico. Sin embargo, ha sido necesario emplearlo en la jerga común por cuestiones prácticas, básicamente para incluir a aquellas personas que padecen obsesiones homosexuales, de la misma forma en que, p. ej, se padecen obsesiones de limpieza o de revisión.
Actualmente la clasificación puede incluirse en obsesiones sexuales, y puede asociarse a ciertas compulsiones como preguntar obscenidades, realizar gestos obscenos, buscar información sobre la homosexualidad o masturbarse de forma compulsiva.

¿Existe cura a este problema?

Sí. El TOCH es un trastorno obsesivo-compulsivo asociado a pensamientos homosexuales. Todos los tratamientos diseñados para curar el TOC tienen por tanto efectividad para el TOCH. La efectividad y duración de estos tratamientos dependerá de la gravedad o complicación del problema y la habilidad del profesional para aplicar el métdo, que por lo general es de orientación cognitivo-conductual. El tratamiento requiere mucha paciencia tanto del afectado como del profesional, y una preparación especializada en programas de modificación cognitiva. A veces puede incluirse un medicamento asociado a las terapias, lo cual ha dado buenos resultados en algunos casos.

¿Hay alguna diferencia entre hombres y mujeres que padecen de TOCH?

Hasta el momento no se conoce ninguna diferencia cualitativa de diferencia sexual. Se sabe, sin embargo, que hay una incidencia mucho mayor en hombres que en mujeres.

¿Existe el TOCH heterosexual?

Sí. Hay personas homosexuales que tienen ansiedad sobre si realmente son heterosexuales (Goldberg, 1984). Pero en dado caso, la ansiedad puede ser menor. Tomando en cuenta que el TOCH se caracteriza por una angustia de tipo moral, y que el ser heterosexual es lo esperado en una sociedad predominantemente heterosexual, habrán pocos de esa naturaleza.
La angustia en estos casos podría deberse también a la idea de verse “obligado” a dejar una vida homo que ha sido en general satisfactoria.

¿Existe alguna diferencia entre el TOC y el Trastorno Obsesivo-compulsivo de la personalidad?

Aunque este tema no está relacionado directamente con el TOCH, hay que observar que las personas tienden a confundir con frecuencia el TOC con el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (TOCP).
Una de las diferencias radica en que la persona que padece TOCP lleva una vida en general de orden y perfeccionismo. Sus hábitos de vida giran en torno a preocupaciones por los detalles, en llevar una vida escrupulosa, perfecta, dedicación excesiva al trabajo, rigidez, falta de espontaneidad, obstinación, etc. Mientras que la persona con TOC padece de un miedo determinado, por decirlo así, de verdaderas obsesiones y compulsiones que escapan a las posibilidades de control mental y emocional.
Si bien el TOC se relaciona con un síntoma que incluso puede aparecer de forma repentina, el TOCP refiere más a un estilo de vida, lo que se entiende como llevar una vida de acuerdo a un tipo de personalidad.

¿Qué causa el TOCH?

Las personas que han experimentado una obsesión homosexual refieren una extensa variedad de situaciones al momento de explicar el origen de su obsesión. Algunos, por ej, afirman haber adquirido su obsesión debido a una falta de erección al momento de tener relaciones con su compañera, otros, por una violación o abuso sexual durante la niñez, otros por la aparición de un pensamiento espontáneo al ver un programa de TV, ver material pornográfico, estar frente a un amigo, compañero de trabajo o tener un contacto casual con alguien en particular (principalmente en la infancia o adolescencia), o incluso, debido a un sueño homoerótico.
Son muchas las situaciones que pueden "disparar" la ansiedad homosexual, pero es evidente que esta no aparecería si no hubiera, previo a esa experiencia, una particular vulnerabilidad a padecer del trastorno obsesivo-compulsivo.

Para profundizar en el tema
de las causas pueden visitar:

Hay, básicamente, dos elementos que provocan el TOCH, uno de ellos refiere a cierta sensibilidad a los contenidos sexuales, que generan más ansiedad que la normal. Hay una fuerte tendencia a repetir dichos contenidos, probablemente debido al mismo temor o rechazo que provocan. Esto se conoce como intención paradójica (p. ej, Frank y Erikson), y se define como una respuesta que consigue justamente el efecto contrario al deseado. El fenómeno se da debido al intento por controlar la situación de rechazo, en este caso, de un pensamiento homoerótico. La repetición del pensamiento generará una inquietud cada vez más intensa, provocando un efecto de "bola de nieve". Por supuesto, detrás de este cuadro vemos una gran inseguridad de sí, que tiene más que ver con su autoestima que con su condición sexual. Aquí es donde enlaza el segundo elemento que provoca el TOCH, a saber, la contradicción a los valores y principios del afectado. Aquí se hace alusión al aspecto egodistónico, probablemente la causa principal de la ansiedad.

¿Dónde puedo encontrar ayuda psicológica?

La ayuda psicológica suele “abundar” por estos días. Sin embargo, no cualquier asistencia es útil a nuestro caso así como no cualquier profesional puede ayudarnos. A veces y no es de extrañar, la persona que más ayuda nos brinda no es, precisamente, un profesional, y a veces ni siquiera tiene conocimientos básicos de psicología, pero posee ese humanismo y esa actitud esencial que hace sentir bien a los demás.
El calor humano, sin duda, es de gran ayuda, pero si además de comprendernos tiene conocimientos del problema en particular, mejor que mejor. Cuando se padecen problemas de ansiedad tan específicos como el TOC, también tienden a aparecer otros problemas asociados como la depresión mayor o distimia (de 37 a 67%), otros trastornos de ansiedad (de 25 a 60%) y abuso de sustancias (Frost y Steketee, 1998). Estos agravantes hacen que el cuadro de ansiedad se complique y necesitemos de alguien que, aparte de ser empático y tener sinceros deseos de ayudarnos, tenga también una suficiente preparación y conocimiento de los cuadros, alguien con el suficiente entrenamiento para “desmenuzar” la maraña de circunstancias y condicionamientos que nos han llevado a donde estamos.
Un tratamiento efectivo, en este punto, sólo puede aplicarlo un especialista familiarizado con el trastorno. Un psicoanalista, por ejemplo, puede ayudarnos a enfrentar nuestro problema de ansiedad, pero se han encontrado otras técnicas más prácticas que aplican ejercicios puntuales sobre dificultades específicas como el cognitivo-conductual. Aquella persona con la que nos sintamos cómodos hablando de nuestro problema es por mucho un buen inicio en la búsqueda de soluciones. Pero también necesitamos a alguien que conozca a fondo el problema, sus dificultades, el tiempo necesario de recuperación, las posibles recaídas, la paciencia que demanda la situación, etc. Por lo general estos profesionales pertenecen a un centro asistencial, aunque también están los que trabajan de forma independiente.
Contactar con un centro para el control de la ansiedad sería en todo caso el primera paso a dar. Lo más probable es que nos refieran con alguien asociado a dicho centro, seamos entrevistados, evaluados y diagnosticados. Existen grupos de apoyo especializados para personas con problemas de ansiedad. Sin embargo, lo más importante es que nos sintamos cómodos en el ambiente, ya con el lugar, con los profesionales o con la presencia de otros participantes que más o menos padecen los mismos problemas.

REFERENCIAS:
Freud, A. (1996) El yo y los mecanismos de defensa. Paidós (6ta, reimpresión). España, Barcelona.
Frost, R.O, y Steketee, G. (1998) Obsessive-compulsive disorder. En H.S. Friedman (Edit). Encyclopedia of mental health. San Diego, CA: Academic Press.
Goldberg RL. (1984). Heterosexual panic. American Journal of Psychoanalysis, 44(2): 209–211.
Kempf EJ. (1920). The psychopathology of the acute homosexual panic. Acute pernicious dissociation neuroses. In: Psychopathology. Kempf EJ; Mosby Co., St Louis, MO. pp.477-515.
Williams, M. (2008) Homosexuality anxiety: A misunderstood form of OCD. Editor: Lennard V. Sebeki, pp. 195-205.
Wikipedia: Tipos de Toc y obsesiones recurrentes.