Es normal publicar las fotos en las que
salimos mejor; damos una buena primera impresión y nos hace sentir
más seguros y confortables. Pero, ¿es posible afirmar que
preocuparnos por vernos bien equivale a ser narcisista? ¿Dónde está ese límite entre la normalidad y la patología?
¿Es la necesidad de publicar las actividades diarias un síntoma de
narcisismo?
Se dice que Facebook, así como otras
redes sociales, “vuelve a la gente narcisista”. ¿Qué tan cierto
es esto? ¿Se puede volver narcisista alguien que no lo era? Muchos
se quejan de la proliferación de “fotos narcisistas” y de que
los usuarios más frecuentes tienden a esta patología: personas que
tienden a publicar más material, no con el propósito de establecer
relaciones sino para autopromocionar su persona y exhibirse
públicamente.
Si bien es posible que Facebook está
“transformando” a la gente en narcisista, también cabe decir que
la gente narcisista se siente
especialmente atraída
a las redes sociales. Esta es justamente la cuestión que los
científicos sociales están tratando de determinar por medio de
experimentos controlados.
El
comportamiento del narcisista se basa en un sentimiento de envidia
cuando ve que otros obtienen mayor atención. Un sentimiento opuesto
surge cuando, por el contrario, recibe trato especial o es adulado.
Por supuesto, cualquier persona se sentiría mejor si recibe trato
especial, pero la diferencia se hace cuando la búsqueda de
reconocimiento o admiración se
vuelve una necesidad para
sentirse bien con uno mismo.
En otras palabras, el narcisista se alimenta de la admiración y/o
adulación de otros para elevar su autoestima y bienestar personal.
Las personas han emigrado a un modelo de interacción virtual en
sustitución del encuentro directo, y en el que Facebook y otras
redes sociales juegan un papel protagónico. Según las
investigaciones, Facebook se usa principalmente para hacer contacto
con viejas amistades, crear nuevas, formar impresiones y buscar
información. De manera que la herramienta, no sólo ha facilitado la
vida en términos generales sino también satisface necesidades
básicas de relación social.
Todo
esto está bien, pero Gonzales y Hancock (2011), por ej, comprobaron
que Facebook no sólo sirve para comunicarse con otros, también
posee la cualidad
de afectar nuestra autoestima.
Estos autores dicen que el empleo de la red social se centra en un
objetivo de auto-conciencia:
ver o estar al tanto del propio perfil, además de comunicarse con
otros. Descubrieron que sólo esta actividad en sí misma puede
aumentar la autoestima.
En un intento por descubrir de qué manera los sitios sociales en
Internet pueden afectar la personalidad e identidad de sus usuarios,
Gentile y colegas (2012) realizaron dos experimentos en los que se
asignaron sujetos al azar. Encontraron que en los usuarios de
Facebook hubo un aumento de la autoestima, pero no de narcisismo. Por otro lado,
descubrieron que los niveles de narcisismo en aquellos sujetos que
usaron MySpace se incrementaron, lo que sugiere que las
características del sitio podrían estar influyendo en el
incremento, ya sea del narcisismo o la autoestima.
Algunas investigaciones sugieren que publicar fotos y actualizaciones
de estado eran actividades preferidas por los narcisistas (Rayan y
Xenos, 2011). Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que los
narcisistas universitarios están gravitando a Twitter.
En una reciente encuesta a universitarios se encontró que los altos
niveles de narcisismo se asociaban con la publicación de forma
activa en Twitter, no en Facebook (Davenport, y cols, 2014). Esto
sugiere que Facebook solía ser una de las redes sociales preferidas
por los narcisistas jóvenes, pero ahora se están “trasladando”
a otras redes.
El narcisismo está lejos de ser el único rasgo que hace más
probable el uso de las redes sociales. Por ej, se ha demostrado que
el uso de Facebook también es mayor para los extravertidos, y
paradójicamente, las personas con baja autoestima (Mehdzadeh, 2010).
Conclusión
Podemos decir entonces que Facebook se considera un sitio útil en
donde muchas personas se benefician, tanto económica como
socialmente. En el aspecto social, estos sitios también juegan un
rol importante en la esfera sentimental y de auto-percepción de los
usuarios, afectando naturalmente su autoestima y todo lo relacionado
a esta.
Sin duda, el narcisista, aunque ve una excelente oportunidad en la
auto-promoción y la satisfacción de sus más íntimos deseos, no es
producto de una red social, sea cual sea. Su carácter y estilo de
vida siempre se verán marcados por su pasado infantil, el tipo de
crianza que recibió o sus relaciones familiares de entonces.
Nadie se vuelve narcisista por usar las redes sociales, en todo caso,
las redes sociales pueden ser un medio para darse cuenta de que, de
hecho, en el fondo, ya se era un narcisista.
REFERENCIAS:
Gentile,
B., Twenge, J.M., Freeman, E.C., & Campbell, W.K. (2012). The
effect of social networking websites on positive self-views: An
experimental investigation. Computers
in Human Behavior. 28,
1929-1933. http://dx.doi.org/10.1016/j.chb.2012.05.012.
Gonzales,
A.L., & Hancock, J.T. (2011). Mirror, mirror on my Facebook wall:
Effects of exposure to Facebook on self-steem. Cyberpsychology,
Behavior, and Social Networking, 14,
79-83. doi: 10.1089/cyber.2009.0411.
Horton,
R.S.; Reid, C.A.; Barber, J.M.; Miracle, J., & Green, J.D.
(2014). An experimental investigation of the influence of agentic and
communal Facebook use on grandiose narcissism. Computers
in Human Behavior, 35,
93-98. doi:10.1016/j.chb.2014.02.038.
Mehdizadeh,
S. (2010). Self-presentation 2.0: Narcissism and self-esteem on
Facebook. Cyberpsychology,
Behavior, and Social Networking, 357-364.
doi:10.1089/cyber.2009.0257.