Manera en que la naturaleza reduce el estrés y la ansiedad

Estar en contacto con la naturaleza, no necesariamente se define en un plano físico. Al parecer, con sólo experimentar “la sensación de estar ligado” es suficiente para lograr beneficios satisfactorios, según lo ha demostrado una investigación llevada a cabo por Martyn y Brymer (2016).

Estos autores descubrieron que aquellas personas que tienen oportunidad de estar en contacto directo con la naturaleza
presentan niveles de ansiedad significativamente más reducidos en comparación a los que no logran esa conexión.

Esta sensación de estar conectado tiene efecto tanto en personas con ansiedad rasgo como en aquellas con ansiedad estado. (“Ansiedad rasgo” se define como una característica de personalidad que acompaña toda la vida, mientras que “ansiedad estado” se refiere a un suceso o un momento determinado en que se genera intenso grado de estrés.)

Este escape del entorno urbano apremiante y ocupado genera un sentido de renovación y liberación mental que ayuda a recuperar un espacio perdido en la bruma de críticas, sarcasmos, exigencias, preocupaciones o rechazos de la vida cotidiana que muchos parecen aceptar sin otra opción.

Para conseguir los resultados se les preguntó a los participantes, a través de cuestionarios auto-aplicados, lo que significaba en su vida la naturaleza. Las respuestas se midieron de forma cuantitativa, en donde se demostró que la relación mente-naturaleza tiene el potencial de reducir la ansiedad; y de forma cualitativa, en donde se encontraron siete temas relacionados que se detallan a continuación:

7 temas relacionados con la conexión a la naturaleza

Los participantes mencionaron principalmente temas como la relajación, como una consecuencia de experimentar con la naturaleza. Esto también se explicó como un alivio del estrés y el surgimiento de sentimientos de paz, tranquilidad y plenitud.

Tiempo fuera fue la forma en que se clasificó otro de los temas en donde los participantes expresaron una sensación de “estar lejos de lo mismo de siempre”, como un escape y refugio de toda esa “amenaza” cotidiana. Algo así como la sensación que tienen los estudiantes al capearse de clases. Esto, sin duda, genera un sentimiento de profunda libertad, difícilmente experimentado en un día cualquiera.

Disfrute. Un equivalente a “alegría”, “felicidad” y “satisfacción”.

Conexión y extensión. Se definió como algo más que un mero disfrutar, “es estar allí, en medio de lo que formamos parte de manera ancestral, lo que llevamos en los genes, en su esencia de ser y estar”. Un sentimiento de estar conectado a algo más grande que uno mismo y ser parte íntima de ello. Como si finalmente recuperáramos un elemento esencial de nuestro ser: el complemento de lo que realmente somos. El empezar a “ser Uno con todo lo demás”. Con esto también afirmaron experimentar un sentimiento de seguridad en sí mismos, junto a una profunda paz interior.

Participación sensorial. De acuerdo con los autores del estudio, uno de los aspectos que sobresalió entre los evaluados fue un “sentimiento espiritual”. La naturaleza, como un estimulante sensorial se asociaba frecuentemente con ideas de belleza, lo que incluía un sentido de perfección y la posibilidad de estar sólo con sigo mismo sin temor alguno.

Perspectiva sana. Los participantes reportaron también que natura es fuente positiva de bienestar y salud en todo aspecto, tanto física como mentalmente. Afirmaron la importancia que esta juega en la vida cotidiana de los seres humanos.

Comentario

Parece ser que no todas las personas están de acuerdo con estas conclusiones, en el sentido de que no para todos tiene algún significado la “conexión a la naturaleza”, o bien, dicho de otra forma, no todo mundo ha experimentado una “relación especial” ni mucho menos. La sensación de bienestar se relaciona en una coordinación pensamiento-experiencia, es decir, las personas que se benefician principalmente son aquellas que creen y/o abren su mente a las nuevas sensaciones.

A mi parecer, existe una subjetividad que puede sugestionar la experiencia y forma de ver a natura. Pero también hay una susceptibilidad que hace que algunas personas sean más perceptivas que otras. Así, podemos afirmar que la energía sutil existe, pero también existe el problema de quién es y quién no capaz de percibirla.

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REFERENCIAS:

Martyn, P. & Brymer, E. (2016). The relationship between nature relatedness and anxiety. Journal of Health Psychology. 21, 1436-1445. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25370570